El fraude de las asambleas de Acampada al Sol

POSIBLEMENTE PUDO OCURRIR ASÍ:

Varias asociaciones podrían ponerse de acuerdo para armar un tinglado en la Puerta del Sol varios días antes de las elecciones autonómicas y municipales para movilizar el voto de la extrema izquierda a fin de que el batacazo que nos vamos a pegar no sea tan grande.

De paso esto podría servir para calentar motores de manera que tras las generales el Partido Popular lo tenga difícil por dos razones:

1. Les vamos a dejar la caja vacía, esto es, nos lo vamos a llevar.
2. En la calle van a tener que hacer frente a numerosas manifestaciones en las que la policía se va a ver obligada a cargar. Nosotros, por supuesto, no vamos a dar la orden.

¿Cómo montar el tinglado de Sol? Hablemos con los líderes de esas asociaciones y partidos a los que les va mucho la marcha. ¡Se las saben todas! Sobre todo en materia de guerrilla urbana.

Se trata de lo siguiente. En el seno de esos grupos extremistas se diseña un plan de actuación y luego se ejecuta. Por ejemplo, podrían montar una concentración "espontánea" presentándose parte de su masa social bajo el nombre de un movimiento nuevo y sin hacer alusión alguna a los verdaderos organizadores. Es muy importante que los grupos convocantes no sean descubiertos hasta el momento oportuno.

Una vez montado el chiringuito de Sol vienen los nuestros con tiendas de campaña y demás enseres y se establecen.
A partir de ahí todo tiene que parecer muy democrático. ¿Cómo? Montamos asambleas en las que cualquier persona pueda participar pero sin que en ningún caso se nos vaya de las manos.

Fuera de Sol los líderes de los grupos organizadores -es muy importante que (no) sean descubiertos: todo tiene que aparecer bajo el paraguas del "movimiento espontáneo" que organicemos- se reúnen para organizar las propuestas que a través de sus delegados presentan en el "paripé asambleario". En el caso de propuestas de gente de fuera, es decir, que no vengan preestablecidas por los grupos convocantes, los nuestros serán mayoría y lo normal es que las que sean contraproducentes acaben siendo rechazadas, bien por ideología, bien por las instrucciones que ya les habremos dado fuera de Sol o bien porque siempre habrá alguien dando la señal: nos conocemos todos.

A partir de ahí...

¡Si señor! ¡Así se monta un tinglado!