jueves, 19 de noviembre de 2009

¿EN QUÉ CREEMOS?

Somos liberales, no de centro.
Españoles Libres e Iguales es un partido que recoge la mayor parte de los postulados del liberalismo y que es respetuoso con las tradiciones y costumbres que han ido surgiendo en la vida cotidiana de la gente y que también lo es, o por lo menos pretende serlo, con el Derecho Natural: lo que es justo y recto.
No es nuestra intención cambiarle el nombre a los meses del año ni hacer que este empiece con el inicio de la primavera como se hizo durante la Revolución Francesa. Nosotros nos dedicamos a cosas más serias:

El Poder debe ser limitado de modo que nunca se vuelva lo suficientemente poderoso como para atropellar los derechos de los individuos.
Por eso devolveremos a los españoles:
- Su Poder Judicial no controlado por políticos y la posibilidad de juzgar a los Jueces mediante el Jurado para combatir el corporativismo.
- Poder demandar en juicio en todos los asuntos públicos, sin excepción.
- El poder proponer leyes con mayor facilidad incluso para materias reservadas a la Ley Orgánica.
- Y el poder soberano de decidir mediante referéndum todas las leyes que afecten a asuntos de especial importancia para las instituciones y los derechos humanos.
- La supresión de la figura del voto indirecto (por compromisarios) en los partidos. Nosotros ya lo hemos hecho.

Consideramos que los mercados libres mantienen a la gente libre.
Españoles Libres e Iguales confía en el poder y el ingenio de la persona para tener éxito mediante el trabajo, el apoyo familiar y la autodisciplina.
Españoles Libres e Iguales defiende una reglamentación empresarial lógica que aliente a los empresarios para crear más empresas a fin de que más personas puedan disfrutar de la satisfacción y los frutos de su propio esfuerzo.
Defendemos que los impuestos sean bajos porque las personas son las que mejor saben tomar decisiones económicas y de auxilio a los necesitados.

¿Somos un partido republicano?
Hay algunos partidos políticos “republicanos” que piden la instauración de una tercera república, sin Rey. Estos partidos “republicanos” se fijan en lo superficial (la forma política) y se olvidan de lo sustancial: el sistema.
La Constitución no precisa de una reforma en la que se suprima la institución de la Corona.
Pero la Constitución sí que precisa de otra reforma que permita la iniciativa legislativa popular para decisiones políticas de especial trascendencia, porque hoy no cabe para materias reservadas a la Ley Orgánica.
Y además la Constitución precisa de otra reforma que obligue a la celebración de referéndum vinculante para cualquier reforma constitucional o que afecte gravemente a las instituciones creadas por la Constitución o a los Derechos Fundamentales. Hoy el referéndum es facultativo para el Gobierno y lo utiliza siempre para el autobombo.
¿Qué tienen de republicanos esos partidos que piden la supresión de la Corona y a su vez ponen obstáculos a la intervención del pueblo en asuntos políticos?
Y sobre todo ¿qué tienen de republicanos esos partidos que a golpe de Estatuto de Autonomía no respetan la decisión del pueblo español tomada en el referéndum de 6 de diciembre de 1978?
En política, con la Constitución en la mano, el Rey no pinta nada: todos sus actos deben ser refrendados. Por eso nos da igual.
Es casi seguro que un presidente de la República nos saldría muchísimo más caro y, eso sí que es seguro, totalmente falto de imparcialidad política.

Somos sencillamente españoles y defendemos lo nuestro, pero no nacionalistas.
Somos un partido español (ni más, ni menos) que considera que la soberanía es y debe ser nacional y que reside y debe residir en el pueblo español.
Que España como Nación y como Estado sea una realidad milenaria (ya existía en tiempos de Recaredo como mínimo) previa a la existencia de otras “realidades” es algo de lo que nosotros no tenemos ninguna culpa, ni ningún mérito.
Lo sentimos mucho por los nacionalistas: la Historia es la que es.
Entre otras cosas, si somos liberales, no podemos ser nacionalistas. El liberalismo nos lleva hacia el mestizaje, la libertad, el libre comercio, la libre circulación de personas y mercancías, el intercambio cultural,...

Defendemos la aconfesionalidad del Estado. Ni confesionalistas ni laicistas.
Somos un partido de ideología aconfesional que suscribe punto por punto el artículo 16 de la Constitución Española de 1978, incluida la especial referencia a la Iglesia Católica dada su especial vinculación con España, del mismo modo que la tienen las Naciones hispanoamericanas a las que el artículo 11 de la Constitución hace otra referencia especial.

Respetamos las tradiciones del pueblo,… las de la gente.
Españoles Libres e Iguales piensa que las costumbres y tradiciones dejan de serlo cuando vienen impuestas por los políticos. Por eso devolveremos al pueblo, lo que los políticos nunca debieron apropiarse, desde los símbolos hasta las costumbres más íntimas de la gente, pasando por las formas de sus actos y manifestaciones públicas.
En este sentido, puede decirse que somos conservadores, para conservar el libre discurrir de la vida cotidiana de las personas.

Si no hay acuerdo, decide la mayoría.
La dictadura de una minoría siempre es peor que la de la mayoría. En todo caso la dictadura siempre es mala. Por eso defendemos el respeto a la libertad partiendo del respeto a la persona, de todos a todos.

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