martes, 6 de abril de 2010

Vivimos en una España donde...



…hemos pasado de la promoción de no fumar a una persecución al fumador que se ha convertido en una caza de brujas.

Vivimos en una España donde el gobierno va a establecer que los actos de un club social privado son lugares públicos para que agentes administrativos y policías puedan entrar a extraer impuestos vía multa a quien sea primer contribuyente (impuestos sobre el tabaco: alrededor de 1.500 euros o 250.000 pesetas al año por fumador).

Vivimos en una España donde el gobierno nos impone la educación ética, moral y religiosa nuestra y de nuestros hijos menores de edad a través de la Educación para la Ciudadanía.

Vivimos en una España en la que los gobiernos autonómicos nos han arrebatado la libertad de poder elegir nuestra la lengua de enseñanza y la de nuestros hijos menores de edad.

Vivimos en una España donde las onerosísimas academias de lenguas cooficiales, con el apoyo de la Corte Regional (al estilo de los ducados, condados y marquesados) normalizan y uniformizan a los ciudadanos mediante coacciones y discriminaciones para destruir la lengua popular hablada por ellos desde niños, que es la que hablaban sus padres, abuelos y demás ascendientes. Viene a ser como si a un andaluz que aprendió hablar español de pequeño, le dijeran que debe examinarse para acreditar que sabe hablar español. Así ocurre en Baleares con el que sabiendo hablar menorquín, mallorquín o ibicenco, se le obliga a probar que sabe hablar catanorquín, catallorquín o catacenco. Y lo mismo en Valencia con el que hablando valenciano, debe examinarse de catalanciano.

Vivimos en una España en la que la lengua oficial de todos los españoles es tenida por extranjera por algunos gobiernos regionales. Una España donde por razón de hablar la lengua oficial del Estado eres menos ciudadano que si te has examinado de la regional "convenientemente normalizada.

Vivimos en una España donde la ley llama género a lo que es sexo, igualdad a lo que es uniformidad, matrimonio a lo que no lo es, paz a lo que deserción, negociación a lo que es traición, diálogo a lo que es cordón sanitario y pacto del Tinell, progenitor A y B a lo que es padre y madre…

Vivimos en una España donde el Gobierno nos acribilla a impuestos para caprichos de la Corte y encima se regodea diciéndonos que es por nuestro bien.
Vivimos en una España repleta de fronteras políticas y administrativas autonómicas en la que unos ciudadanos son más ciudadanos que otros.

Vivimos en una España donde el poder judicial no se atreve a sacarle los colores a los políticos: les quitaron las gallinas de la LOPJ de 1980 y se quedaron sin huevos.


Vivimos en una España donde apuntarse a un partido político sólo sirve para hacer de pelota y palmero de los que siempre están arriba.

Vivimos en una España donde los gobiernos, central o  autonómicos, sobornan mediante concesiones de publicidad institucional a los medios de comunicación y los amenazan con la no renovación de licencias y órganos censores como el C.A.C.
Vivimos en una España del sindicato vertical a la caza de la subvención.

Vivimos en la España del soborno mediante la concesión de subvenciones de los gobiernos a las asociaciones (a la caza de la subvención) para que luego les hagan la campaña electoral.


Vivimos en una España donde el gobierno se mete en la cocina de nuestras casas, en nuestros despachos, y otras intimidades.

Vivimos en una España en la que sufrimos procesos sumarísimos ejecutivos previos por órganos no judiciales como ocurre con el procedimiento administrativo sancionador.
Vivimos en una España en la que el político quiere destruir o hacerse con el control de la familia, institución previa a toda nación, tribu, gentilidad y asociación.

Vivimos en una España donde si un político entra a negociar con terroristas y delincuentes, ¡no pasa nada!

Vivimos en una España en la que la policía judicial puede verse conminada por el gobierno a entorpecer la instrucción de un sumario.

Vivimos en una España en la que el Ministerio Fiscal no defiende la legalidad, sino las órdenes del Presidente del Gobierno por conducto del Ministro de Justicia y el Fiscal General del Estado.

Vivimos en la España del despilfarro autonómico.

Vivimos en la España de las fronteras burocráticas de las autonomías.


Vivimos en una España donde nos van a prohibir hasta los toros.

Sobrevivimos en una España en la que todo va al revés, ¡y sin cabeza ni pies!





 ¿Le gusta esta España en la que vivimos?


¿SÍ? ¿DICE UD. QUE LE GUSTA?:
Limítese a votar cada cuatro años.










¿NO? ¿DICE UD.  QUE LE GUSTARÍA CAMBIAR ESTA SITUACIÓN?:
Afíliese a Españoles Libres e Iguales.

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